POETAS DE MIÉRCOLES

Secretos resultan los sonidos de tus pies amuleto para un amor ventrílocuo aprendiz inquebrantable de una fortuna anestesiada por los acertijos en las agujas. La mirada atenta del voyeur almacena una elegancia una idea de los límites un atajo al precipicio fósiles de la serendipia. Me replanteo si esta limerencia se disuelve entre los dedos como una catapulta efímera haciéndome huésped en tu nombre.

Sofocación, alteración, exaltación; parte de ese   incontrolable malestar localizado Que   se apodera de todo lo que me rodea. Me someto como un masoquista se somete ante el látigo que arrastra placer por la piel. Inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad me controlan Sobrevivir la cuesta arriba que me imponen los síntomas una y otra vez Se vuelve una tarea difícil. Me despierto temprano por la mañana tratando de no enloquecer No estoy bien, no estoy seguro ni mucho más aun satisfecho de todo lo hecho hasta el momento. Pero sigo adelante, sobrevivo a la picazón que se mueve desde los dedos hasta llegar a mi garganta para cortarme la respiración. Sofocación, alteración, exaltación. Pánico locura y desesperación. Como si encontrara un canal, la salida ante la manifestación más incontrolable brota   dentro de mi cabeza. Nunca fui muy amigo de   esas situaciones donde las cosas escapan a mi observación El deseo de tener el volante que evit

Nunca  me  importo realmente el  lugar que me toco ocupar en esta vida, en distintas ocasiones en distintas situaciones, bajo la mirada celosa de mis compañeros y mis enemigos, nunca me importo, me tocó vivir cientos de siglos instantáneos bajo las sombras de lo indescriptible, entender el odio y la naturaleza que se esconde detrás de las raíces que forman la simulación entre una persona y  ese punto inalcanzable que es el otro. No vinimos a esta vida  para ganar algún tipo de puesto reconocido en las antípodas de las civilizaciones exitosas. Para  ser el punto en el vacío del que habla Carl sagan cuando intenta explicarnos el cosmos, estamos para lograr algo que nos lleve de manera minuciosa a la respuesta de quienes somos no para lucrar con el reconocimiento y esa dosis  de éxito que alimenta las venas de nuestra vanidad haciéndonos creer que nos ganamos algo en esta sociedad. No vinimos a esta última trinchera de la existencia, lejos de los planetas orbitantés y l

el espasmo el puñal el océano donde me hundo cerrar los ojos abrir la boca gritar el silencio un vacío una herida un poliedro roto mis ganas tu ausencia mi cuerpo se derrumba

La palabra es tiempo, el silencio, eternidad.

mi mente es un tornado, gira sin parar, siento la arcada que se acerca en sigilo y me clava la daga en la espalda, me degolla, la sangre cae, gotea, perlada, rompe la represa, inunda, la naúsea se expande y se derrama en lágrimas, cristales de sal, pestañas, uñas rotas, ardo del ansia, me incendio, las llamas se revuelcan con el humo, helicoidal, tengo la boca llena de tizne, la lengua áspera impregna las palabras de negro la resaca de angustia me intoxica, cierro los ojos, te extiendo la mano y me dejo llevar por el vómito

mi mente gira como una hoja en el viento, incapaz de detenerse en ningún pensamiento, fuerzas devastadoras me azotan, inundaciones, tornados, incendios, huracanes, sequías, relámpagos, volcanes, terremotos, arcoiris, pero sólo tu mirada puede quebrarme, aun cuando cierro los ojos con fuerza, me arranca los párpados, con dulzura, y me dibuja espirales en el corazón,

Agujas, alfileres, dagas, puñales, tenedores, cuchillos, estrellas, katanas, espadas, lanzas y hachas, pinchos, púas y espinas, vidrios rotos, sierras oxidadas, clavos, tornillos y destornilladores, tijeras, trinchetas, alicates, bisturíes, flechas, virotes y estacas, esquirlas de hielo, garras, colmillos y miradas, balas, perdigones y casquillos, plumas, lápices, bordes de papel: puedo sentir como todos se clavan en el vacío que se abre cuando no estás.

Hay un error en la matriz de los sueños: un hueco, un vacío que succiona todas las palabras, despojádonos de la ilusión de la identidad, hacia un pozo sin límites donde estrellas poliédricas giran como en un caleidoscopio: un agujero negro. Hay un sol alrededor del cual orbitan todos los miedos y una luna sin nombre que nos devuelve la mirada desde el punto ciego del cuerpo: el nudo de la muerte.

Estoy incómoda conmigo misma. Fuera de lugar. Me hablan al lado y no escucho nada. No entiendo nada de lo que pasa. Estoy encerrada en mis huesos, y a la vez estoy rota y dividida, cada mano tira en sentido opuesto, hasta desmembrarme. Descentrada, desfazada, fragmentada, inútil, patética, temblando bajo la lluvia. Y aun así puedo cortarte las alas, arrancarte el corazón y bailar sobre tus huesos.