Musitar

Del tiempo de ayer
mis días se vuelven océanos
y paseo por el silencio
de un mundo nuevo.
Ya vas a ver edificios viejos
detrás de cada sentimiento.

Mi cara apenas representa
la fauna a la que pertenezco.
Serenata a quien no corresponde,
una canción para quienquiera.
Porque no era mi momento
de asuntos irrepetibles.

Besos a tu ritmo, entre la multitud
delicado momento para la misma miel,
siempre lo han hecho
hasta el fin de los segundos
y esto es solo el comienzo
de mi clase favorita de problema.

Cambio de anden las diferencias
y a lo lejos se vuelve a nublar.
El viento viaja irregular entre sombras
de los huéspedes en la tierra.
Pero esto será otra historia,
para cuando los arboles se sequen.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Desde el equilibrio al exilio

Empezamos con los ciclos semanales

Choke